Seda de la Paz
Fieles al origen de nuestro proyecto y a la Esencia de nuestra marca, nos complace anunciar la incorporación de esta maravillosa materia prima a nuestras próximas creaciones: la Seda de la Paz o Seda Ahimsa. Es un nuevo paso adelante en nuestro camino hacia una joyería sostenible, respetuosa con el medio ambiente y los derechos humanos.
El término Ahimsã procede del sánscrito y hace referencia a un concepto filosófico que defiende la no violencia y el respeto a la vida de cualquier ser capaz de sentir. En la producción de Seda Ahimsa se permite completar la metamorfosis del gusano en mariposa, sin que sea sacrificado. Debido a esta rotura, los trozos de hilo que se obtienen son más cortos que los obtenidos de un capullo sin daños por el método convencional.
Mahatma Gandhi fue un fiel seguidor de esta filosofía. Inspirado en sus enseñanzas, el ingeniero indio Kusuma Rajaiah, tras varios años de intensa investigación, desarrolló procesos que permitían obtener maravillosos hilos y tejidos hechos de seda de morera a partir de los capullos perforados.
La seda que hemos incorporado a nuestras joyas y complementos, procede del estado de Jharkhand (India), donde se desarrollan varios proyectos para cultivar seda de acuerdo con las reglas de la agricultura ecológica. Esta seda orgánica está certificada como "kbT" según el reglamento orgánico 834/2007. Además, este material se fabrica de acuerdo con las reglas del Estándar Global de Textiles Orgánicos (GOTS).
Esta producción artesanal de hilos y telas de seda se realiza por grupos de mujeres desfavorecidas en las aldeas de esta zona y les asegura un salario digno y justo por su trabajo. Al mismo tiempo que se colabora activamente, a través de diferentes programas, a que los niños de Jharkhand puedan asistir a la escuela.
Estas telas de seda se tiñen, posteriormente, a mano por la experta en tintes naturales Berta María, que cuenta con décadas de experiencia en el teñido de la seda con plantas tintóreas y medicinales como aloe vera, caléndula, flores de malva silvestre, madera azul, corteza de nogal… La mayoría de estas plantas se recogen a mano en los alrededores del lago Constanza. Su maestría en este arte le permite obtener una vitalidad e intensidad de los colores realmente insuperable.
Esto nos permite disfrutar del lujo y elegancia de la seda y de sus maravillosas propiedades, respetando la vida y contribuyendo a crear un mundo más justo y amable para todos los que habitamos en él.